Interpretación de un electrocardiograma
El ECG presenta como línea guía la denominada línea
isoeléctrica o línea basal, que puede identificarse fácilmente como la línea
horizontal existente entre cada latido. Los latidos cardíacos quedan
representados en el ECG normal por las diferentes oscilaciones de la línea
basal en forma de ángulos, segmentos, ondas e intervalos, constituyendo una
imagen característica que se repite con una frecuencia regular a lo largo de la
tira de papel del ECG. Como se ha comentado, entre latido y latido va
discurriendo la línea base. El recorrido en sentido horizontal hace referencia
al tiempo transcurrido, y la distancia en sentido vertical al voltaje que se
está produciendo. El papel por el que discurre el registro de la línea se
encuentra milimetrado. Cada cuadrado pequeño del papel mide 1 mm y al
observarlo con detenimiento puede comprobarse que cinco cuadrados pequeños
forman un cuadrado grande, remarcado por un grosor mayor en la tira de papel
del ECG. Para conocer cómo transcurren los tiempos durante la actividad del
corazón, basta con recordar que cinco cuadrados grandes en sentido horizontal
equivalen exactamente a un segundo.
En un ECG normal,
cada complejo consta de una serie de deflexiones que alternan con la línea
basal. Realizando la lectura de izquierda a derecha, se distinguen la onda P,
el segmento P-R, el complejo QRS, el segmento ST y finalmente la onda T.